EDUCACION SIGLO XXI
La sociedad es un elemento en
continua evolución. Los tiempos cambian y de igual manera las ideologías, las
costumbres y la visión misma del mundo, sin embargo, las transformaciones de
esta era han sido tan vertiginosas que no han dado tiempo a que la humanidad se
adapte y asuma con criterio las nuevas tendencias. Frente a una innegable
megaglobalización, el ser humano se halla ante una insondable incertidumbre con
muy pocas certezas.
La educación no ha podido avanzar
al ritmo de los tiempos y sus objetivos, estrategias, ideologías corresponden a
un siglo de necesidades industriales, obreros de fábrica que completen una
cadena de producción y ajustados a un pensamiento mecánico de vida asalariada,
deudas, trabajo a presión y quizá una jubilación como corona por los servicios
prestados. Nuestros sistemas educativos, al menos en América Latina son en
extremo obsoletos en donde incluso el docente es una pieza de museo que repite
formas y conceptos de una escuela tradicional que ya no funciona en la
actualidad.
Es necesario un cambio
estructural desde el Estado. Una escuela nueva que en primer lugar privilegie
el quehacer docente para que esta profesión no sea considerada como la “profesión
de los pobres” o la última opción laboral frente al desempleo. A más de este necesario rescate de la
autoestima y calidad de vida del educador, se debe generar un currículo acorde
a la necesidad real de sus sociedades, no implementar modelos copiados que en
muchas ocasiones, siendo un éxito en un lugar, en otro es un total fracaso. Otro
de los grandes males de nuestro modelo educativo es la verticalidad administrativa
y curricular. Contenidos que se imponen sin una verdadera justificación o por
lo general direccionados por gente que nada sabe de educación o nunca ha estado
en las aulas como docente.
Esta era de la información trae grandes
desafíos y estos pueden enfrentarse a través de una educación efectiva, donde
se entienda que la escuela ya no debe generar repeticiones ni automatizaciones
de información obsoleta. La necesidad de formar en la creatividad, la crítica,
el manejo de emociones, el desempeño social, las finanzas, el emprendimiento, son
las prioridades del ser humano contemporáneo y hoy eso está muy fuera de lo que
realiza el sistema escolar.