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sábado, 20 de agosto de 2011

Comunicación y humanidad


Desde que el ser humano adquirió su dimensión de tal, la comunicación ha sido y es el elemento esencial para el desarrollo de las relaciones interpersonales. No se puede concebir una sociedad o un individuo aislado que no comparta sus emociones, pensamientos o aspiraciones. Hombres y mujeres tenemos la necesidad vital de expresar innumerables actos comunicativos que se podrían definir como un irrenunciable testimonio de existencia.
La comunicación no es un mero proceso de intercambio de información. Es una actividad donde lo emotivo, lo intelectual y lo actitudinal nos eleva sobre el nivel de las bestias para otorgarnos la condición de seres privilegiados en el contexto de la evolución de las especies. “El ser humano es una planta que piensa”, manifestaba un filósofo griego, y con esta aseveración otorga a la humanidad la responsabilidad de manejar y entender de mejor manera el mundo que lo rodea, para sobre la base de su inteligencia comunicarse con sus congéneres y coexistir de manera idónea.
De forma científica o empírica todos coincidimos en aseverar que la comunicación es elemento primordial para la convivencia positiva dentro de espacios como la familia o el trabajo. Sabemos que el deterioro de esta puede llevarnos a la aniquilación social. Pero a pesar de esta certeza, en la actualidad somos presa de una voraz tecnología que nos incomunica. Celulares, internet, redes sociales y más aspectos que supuestamente acortan distancias comunicativas se han tornado infranqueables murallas que individualizan a las personas y las sumergen en un universo ilusorio donde cada vez es menos efectiva la comunicación; insistiendo que comunicarnos no es únicamente enviar o recibir mensajes banales, sino ser entendidos, conocidos y aceptados en el ámbito total de nuestra dimensión humana.
No podemos renunciar a la comunicación efectiva, personal, rostro a rostro, porque sería abandonar nuestra condición de humanidad. Es inaplazable asumir nuevas actitudes frente a un mundo tecnológico que robotiza nuestras vidas. No podemos dejar que un computador, un iPod o cualquier medio electrónico gobiernen nuestra voluntad o nuestros espacios de afectividad, al punto de volvernos islas solitarias en medio de muchedumbres cada vez más egoístas. Por esencia somos seres sociales que sin el contacto real con otros similares podemos caer en un espejismo existencial que desde ya aniquila las relaciones de amistad, de pareja, de familias. Esta incomunicación del mundo moderno nos puede conducir a un autismo social que de seguro será causa del deterioro de la especie humana.

2 comentarios:

Sarita Uvidia dijo...

Este articulo es muy interesante, ya que solamente existimos cuando hablamos, por tanto es necesario exteriorizar nuestros pensamientos y sentimientos cotidianemente, ademas es preciso afirmar que los medios tecnologicos actuales, nos aislan paulatinamente, ya que nos involucra en un mundo donde nada es lo que parece.Felicitaciones!!!

Carla Vizuete dijo...

Somos seres sociales, en el sentido de que pasamos la mayor parte de nuestras vidas con otras personas. Por lo mismo, es importante aprender a entenderse con los otros y a funcionar adecuadamente en situaciones sociales. Ciertas habilidades de comunicación nos ayudan a mejorar las relaciones interpersonales. Muy buen Relato. Le felicito