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sábado, 8 de enero de 2011

Sobre la donación de órganos

En medio de tantas polémicas leyes que pretenden aprobarse en nuestro país, se presenta la propuesta de una, que exige la donación de órganos para todas las personas mayores de dieciocho años. Si bien es cierto, que luego de la muerte, el cuerpo queda reducido a una mera masa inerte que irremediablemente se destruye, creo que incluso más allá de la existencia terrenal el ser humano tiene el derecho a disponer de su cuerpo.
La donación de órganos debe ser un ejercicio de libre decisión, un supremo acto de libertad que no trastoque los principios fundamentales de la ética. Su práctica debe basarse en una férrea moralidad que no torne al ser humano en un mero objeto. Debe partir de la palabra de cada individuo que ejerza este principio llevado por valores como el altruismo y la generosidad; además, para que tenga mayor peso moral, debe excluirse de ella cualquier fin económico.
Los notables avances de la ciencia médica exigen que lleguemos a estos necesarios niveles de discernimiento porque esta muchas veces se desarrolla sin considerar la dignidad humana. En su carrera por el conocimiento muchos científicos tuercen el objetivo de la medicina en pro del ser humano y terminan transformando a la persona en conejillo de laboratorio; en el caso de los trasplantes, nos hemos tornado en material terapéutico, que si se ampara en leyes que fuercen esta acción, bajo este pretexto se corre el riesgo de fomentar el aberrante tráfico de órganos.
Al parecer esta ley es un símbolo de filantropía, un intento más de este gobierno por figurar como generoso, revolucionario o interesado en el bien común, pero ningún cambio o ley puede obligar a que renunciemos a nuestro libre albedrío o a sentirnos al menos dueños pasajeros del cuerpo que poseemos. Más allá de este asunto, en nuestra nación existen necesidades más apremiantes que atender: la desnutrición, la falta de una buena atención médica, las buenas condiciones para el trabajo y la misma seguridad ciudadana son imperiosas para subsistir de mejor manera. Estamos preocupados de los trasplantes de órganos cuando mucha gente en los hospitales no es atendida ni siquiera en el tratamiento de enfermedades comunes, ni posee el recurso para adquirir una receta básica. ¿Será que esta medida busca favorecer a ciertos grupos privilegiados o se busca convertir a nuestro país en exportador de miembros humanos como una nueva divisa?

5 comentarios:

Catherine Bermeo dijo...

La donacion de organos no se la deberia ver como una obligacion, sino como una opcion mas que se nos a propuesto y cada uno de nosotros es responsable de eligirla .
Catherine Bermeo
6 Qui-Bio

Catherine Bermeo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Jimena Margot. Creo que somos dueños de nuestro cuerpo y como tal no deberia ser impuesta la donación de organos. Me parece una excelente opcion para ayudar a las personas a mejorar sus condiciones de vida. Sin embargo en nuestro medio se ve etica en muy pocos galenos, la mayor parte de medicos buscan el beneficio economico imponiendo cirugias innecesarias o medicamentos paleativos en lugar de curativos, es por ello que la donacion de organos podria convertirse sencillamente en un negocio mas productivo.

Unknown dijo...

considero que todos tenemos la eleccion de donar y salvar una vida pero solo si nosotros queremos no debe ser obligatroia ya que estan atentando contra la libertad de elegir si queremos o no hacerlo ya que es nuestro cuerpo no debe ser una ley, una regla sino que por el contrario hacerlo por nuestra propia voluntad
Mishell Iglesias
6°qui-bio

Unknown dijo...

a mi parecer a las personas que mueren por accidentes ya sea de trancito o cualquier otro monivo sus familiares deberían donar sus organos, por eso creo que la nueva ley que se esta infundando en nuestro país es muy bueno por además de salvar vidas hacemos un acto de amor hacia nuestro projimo.