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domingo, 24 de abril de 2011

Testimonio Vida y obra de Monseñor Leonidas Proaño

Discurso presentado en el Salón de La ciudad el día 9 de abril de 2011


Después de muchos años de silencio el indio volvió a hablar en Chimborazo; se puso en pie y gritó sobre la alta montaña: aquí estoy, aquí existo, estoy vivo, soy hombre.., soy...

Distinguido auditorio

Estoy aquí para compartir la vida y obra de uno de los personajes trascendentales del Ecuador y el mundo. Para esto, he tomado como base el libro titulado “Testimonio”, obra del autor chimboracense, Daniel Pazmiño Guadalupe, quien en marzo de 1989 publica esta obra que busca ser, según las mismas palabras del autor, el “testimonio” sincero de un hombre, que desde la humildad conquistó la grandeza y desde el amor trasformo la vida entera de un pueblo. Monseñor Leonidas Proaño: El Obispo de los indios, de los jóvenes, el obispo rojo, el revolucionario. Quien a sí mismo en su autobiografía expresó:

“Soy hijo de familia pobre... Nací el 29 de enero de 1910, en San Antonio de Ibarra... Supe, como todos los pobres, lo que es padecer de necesidad y de hambre. ¡La pobreza!... es también un don”.

Al servicio de Dios y del mundo, el 1 de octubre de 1930, Leonidas Proaño ingresa al Seminario Mayor San José de Quito para estudiar Filosofía y Teología. El 4 de junio de 1936, fue ordenado sacerdote. Desempeñó su ministerio durante 18 años en Ibarra, dedicándolos con fuerza y decisión a la formación juvenil de los más pobres mediante la organización de la Juventud Obrera Católica (JOC) cuya metodología “Ver, Juzgar y Actuar” marcó toda su vida. En estos mismos años fundó la Librería “Cardijn”, el bisemanario “La Verdad” instancias que dinamizan la vida cultural de Ibarra.

Obispo de Riobamba, desde 1954. En pie de guerra y en pie de paz. Perseguido dentro y fuera de casa. Incomprendido por los grandes y amado por los pobres, desplegó su alma entera al trabajo en bien de la sociedad de Chimborazo y el país. En más de treinta años de ardua labor pastoral, su legado es trascendental y vasto; por premura de tiempo, me permito destacar:
En1955 publica, bajo su dirección, la revista “Mensaje
En 1958 crea el Hogar Indígena “Nuestra Señora de Guadalupe”, puesto bajo la dirección de las Madres Lauritas.

En 1962 funda las Escuelas Radiofónicas Populares del Ecuador –ERPE- encaminadas a realizar programas para la alfabetización, educación y evangelización de los pueblos indígenas. Junto a esta monumental obra destacan además el Centro de Estudios y Acción Social (CEAS), la Pastoral de Conjunto; los Equipos Pastorales, el Equipo Misionero Itinerante como medios para educar, formar, concientizar, evangelizar. Es el pionero en Ecuador de la alfabetización de los indígenas en su lengua materna, y quien por primera vez – aún antes de la promulgación de la primera Ley de Reforma Agraria- entrega, como acto de reparación histórica, las tierras de la Curia Diocesana a los indígenas, a quienes reconoció como sus únicos y legítimo dueños.
En 1967 Inicia la formación de las Comunidades Eclesiales de Base (CEB).
Desde 1967 a 1974 es protagonista de acciones de solidaridad intensa con los campesinos en los numerosos conflictos con los terratenientes locales.
En 1968 crea El Hogar de Santa Cruz, casa de formación comunitaria en las afueras de Riobamba.
En 1974 conjuntamente con Adolfo Pérez Esquivel funda la Comisión de los Derechos Humanos Latinoamericanos: “Servicio Paz y Justicia”.
En 1982 participa en la fundación del Movimiento Indígena de Chimborazo MICH y del Seminario Indígena.
El educador de la liberación, basado en la luz del Evangelio, permitió al indio ecuatoriano recobrar su dignidad e identidad. Brilla además como, poeta, historiador, defensor de los derechos humanos y un apasionado por la vida en imitación a Jesucristo.
"Jesucristo fue entrando en mi corazón y en mi vida – decía- desde que fui niño. Él ha sido para mí la manifestación contundente del amor del Padre.
Entre sus textos cuentan:
CREO EN EL HOMBRE Y EN LA COMUNIDAD

CONSCIENTIZACIÓN, EVANGELIZACIÓN Y POLÍTICA

EVANGELIO SUBVERSIVO

EL PROFETA DEL PUEBLO

EDUCACIÓN LIBERADORA
QUEDAN LOS ÁRBOLES QUE SEMBRASTE

Con los derechos de autor de sus libros, remuneraciones de conferencias y donativos, creó al final de sus días –en su testamento- la Fundación Pueblo Indio del Ecuador y el Centro de Formación de Misioneras Indígenas con el encargo de dar continuidad a su enorme trabajo liberador.
Por su fecunda labor recibió varios doctorados honoris causa, numerosos premios y reconocimientos nacionales e internacionales. Fue el primer ecuatoriano candidatizado en 1986 al Premio Nobel de la Paz. Sin embargo su mejor título se lo concede cada individuo que al conocer la vida de este insigne hombre exclama con certeza: Leonidas Proaño ha sido uno de los mejores siervos de Dios y de los hombres.
A pesar de su inmensa sabiduría, su dulce humildad le llevó a afirmar: “…Cuanto he vivido y he aprendido no ha sido extraído de las aulas universitarias de mi país o de algún otro país del mundo, sino de la cantera del pueblo, porque mi Universidad ha sido el pueblo y mis mejores maestros han sido los pobres”.
El 29 de enero de 1985, Monseñor Proaño presenta su renuncia al Vaticano por límite de edad. Cumplía 75 años. Murió pobre, sin tener dónde reclinar su cabeza. Era la madrugada de un 31 de agosto de 1988 en Quito, pero esta muerte fue antesala para una luz mayor que creció y crece en las voces de quienes junto a él lucharon. Miguel Tatamuez, frente a su féretro expresó: “Tu muerte es un eclipse de sol. Ahora estamos ante la penumbra pasajera que nos duele en lo profundo. Mañana brillará el sol, el inti taita, nuevamente y para siempre. Porque tu mensaje es ardiente en los páramos, en los lagos en los ríos, en las calles en nuestras luchas”.

Y este mensaje es el que hoy quiero elevar a plena voz desde mi alma de joven porque siento la necesidad de una nueva Patria que a ejemplo de Proaño vele por la paz y la justicia. Una Patria libre de odios, sectarismos o intereses políticos. Una Patria que luche por la igualdad, por el derecho democrático, por la justicia y por la vida. Una Patria que luche por la verdad,

En palabras de Leonidas: “La verdad se dice con la palabra. La verdad se hace con la actitud.

Esta es mi palabra, inspirada en el testimonio de Leonidas y el Evangelio. Mi voz desde mi pueblo y para mi pueblo.

Señores Señoras.

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