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viernes, 29 de enero de 2010

Celebrando la desvergüenza

Con la clásica impertinencia que le caracteriza, el régimen vive una serie de celebraciones en un país que supuestamente existe. Son tres años, que a decir del gobernante deben festejarse, y tiene razón, si en el mundo, a lo mejor, ya se ha institucionalizado el festejo de la desvergüenza. Y como vivimos en el país de las paradojas donde lo blanco es negro y lo bueno siniestro, sea bien dicho que se celebre con pitos y fanfarrias los logros de este gobierno. Así:
Festejemos el desempleo, el hambre, la falta de seguridad para el trabajo, el cierre de tantas empresas y más aspectos que nos ubican como un pueblo hundido en la crisis económica.
Celebremos el acoso, el irrespeto, el atropello del que los ecuatorianos/as somos víctimas cuando debemos soportar la avalancha de cadenas radiales o televisivas, burlescos episodios que se muestran para traernos cuentos similares al de la vieja Celestina.
Aclamemos con vítores el despilfarro de las arcas fiscales que han servido para el turismo de tantos burócratas, para el engaño a tantos sectores desposeídos quienes por unas migajas han vendido sus conciencias, o para la constante propaganda de un presidente temeroso a la impopularidad, quien a través de fantasías vive el sueño de un seudo líder que levanta imperios sobre la base de la nada.
Aplaudamos la prepotencia, el insulto, el maltrato que en estos tres años han tenido que soportar infinidad de periodistas y medios de comunicación, por su intención de comunicar la verdad con prontitud y acierto.
Aplaudamos el borregismo, ovejismo o real ineptitud de tantos asambleístas que no han sobrepasado su dimensión de títeres y sin conciencia nacional hunden a la Patria, permitiendo que se dicten leyes que atentan contra los intereses colectivos.
¡Cómo no felicitar a la sonada revolución!, por su afán maquiavélico y controlador. Por su ración diaria de odio en contra de la prensa, los pelucones, los pensadores o cualquier persona que con un poco de sentido común manifiesta inconformidad ante la insolencia de la que somos víctimas.
Y terminemos felicitando a todos aquellos “revolucionarios” que cabeza abajo, ideas al piso e intereses al pecho siguen aplaudiendo a su adalid, so pena de no ser reconocidos como leales súbditos. Aclamemos a todos aquellos que engrosan las caravanas gobiernistas, quienes en su mayoría son forzados a intervenir para así cuidar el único sueldo que los defiende.
Por esta ocasión no vamos a felicitar a la gran cantidad de ecuatorianos/as, honestos y de mente lúcida, quienes únicamente piensan en la libertad, la justicia y con su dosis de sentido común abogan por mejores días para el pueblo. A ellos no los felicitamos porque hoy sólo celebramos la desvergüenza.

3 comentarios:

Karina Zúñiga dijo...

Coincido con el autor de este artículo, no hay sentido para realizar tanta celebración, o es que acaso ni ellos mismo creyeron que podían durar en el poder tanto tiempo??? Cierto es, que los presidentes que han sido elegidos en los últimos años, no han logrado completar el tiempo para el cual fueron elegidos, Abdalá Bucaram, fue destituido por loco y por declarar abiertamente que su plato preferido era la guatita, Jamil Mahuad por el famoso feriado bancario que dejó en la miseria a muchos ecuatorianos y por impulsar la dolarización, luego a Lucio Gutiérrez, le costó su cargo, las alianzas políticas que realizó y que conllevaron a politizar la justicia (las ilegales resoluciones que emitió la Corte Suprema) y en la actualidad, este gobierno se mantiene a pesar de los tantos motivos que existen como para que el pueblo se levante, así tenemos, la impertinencia, el maltrato, los insultos e irrespeto que el mandatario tiene a la mayoría de ecuatorianos, la falta de empleo y despilfarro de los fondos públicos –turismo de burócratas, propaganda estatal- , lo que provoca una crisis económica. Quizás en estos momentos el pueblo se encuentra dormido, esperando que se cumplan las ofertas de campaña, pero no creo que sumisamente sigan soportando, ya que es preferible morir de pie que vivir de rodillas.

Gabriela Mariño dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Gabriela Mariño dijo...

Gabriela Mariño
Sexto Comercio

Comentario Personal

Hoy en día, lo que estamos viviendo en nuestro país el Ecuador, es muy grave ya que el presidente que el pueblo ha elegido, nos esta llevando por el camino de la delincuencia y pobreza, ya que nuestro actual gobierno no nos proporciona fuentes dignas de trabajo, para que de esa forma podamos salir adelante, y desarrollarnos como profesionales y personas capacitadas.
Lo que nuestro actual gobierno nos esta llevando es a emigrar para conseguir un futuro mejor, y mas prometedor para la persona y la familia.
Estamos pasando por una crisis muy fuerte en el Ecuador, por gobiernos mal manejados y personas que buscan solamente el bienestar propio, mas no del pueblo.