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viernes, 29 de enero de 2010

La aventura de leer

Leer es encender toda una aventura que se desata entre un escritor que concibió sus líneas con la idea de trascender y un lector que premeditada o espontáneamente tropezó con ese texto. La lectura se transforma entonces, en el enfrentamiento de dos mundos, que al hallarse, se entremezclan entre sí, se reinventan, se recrean y erigen otra dimensión más allá de lo creado, porque todo lector tiene la posibilidad de ser el nuevo inventor de un mundo que nace a partir de cualquier experiencia lectora. Tomo las palabras de Mary Edith Murillo Fernández: “Basta con escoger el libro que nos hechizará, abrirlo y leerlo, no es más, el resto…es aventura”.
Desgraciadamente, no todo individuo arrimado a un texto puede recibir el título de lector. Unos leen por matar el tiempo, otros por obligación, otros por necesidad. Estas actitudes frente a la lectura, los vuelve meros leedores; es decir, personas que llegan a descifrar un texto, pero, no van más allá del superfluo dato. Transeúntes efímeros sobre palabras escritas que inesperadamente llegaron a sus manos; mensajes restringidos a un hecho deportivo, un horóscopo, un chisme de farándula o alguna literatura de tercera clase.
El auténtico lector selecciona lo que lee, discierne lo apreciable de lo trivial; no infesta su mente con literaturillas; sabe que la vida no es suficiente para leer todo lo bello y grandioso que se ha escrito en el devenir de la humanidad. Con pasión, se sumerge ávidamente entre ideas, expectaciones y palabras, que no solo le informan, sino que lo conmueven. Así: reacciona, critica, analiza, se interroga. A partir de su práctica emprende nuevas cruzadas hacia otros destinos con mayores retos para leer. Para él, la lectura es una catapulta que lo impulsa a otra experiencia de mejor nivel, donde hallará nuevos conceptos, distintos términos, otros universos producto de la inagotable inteligencia humana que perdura y perdurará gracias al inquebrantable poder de la escritura.
El indiscutible lector, convierte un texto en el sabio que lo direcciona. De él aprende con entereza, arrojo u osadía, pero también con amor, porque la lectura es una actitud de entrega al servicio del espíritu individual, fortalecido este, puede proyectarse sin egoísmo hacia la solidaridad con otros seres, y este actuar personal es el mejor ejercicio de libertad. Nadie puede atar la mente de un varón o una mujer adiestrados en el leer. De ellos se desprenden los juicios de valor, la creatividad, el razonamiento que extermina la violencia. Los lectores son engendradores de nuevos textos. Padres y madres de trascendentes ideas.
Más allá de la holgazanería mental o lo vegetativo de muchos entretenimientos propios de una descarnada tecnología que deshumaniza y destruye, la lectura siempre será el único camino para el crecimiento intelectual. La responsabilidad con que asumimos esta ineludible necesidad se convierte en un acto moral donde la fascinación, el éxtasis de una sabiduría bien ganada nos da un sitial de privilegio en la sociedad a la que pertenecemos.

4 comentarios:

Unknown dijo...

La lectura forma personas sabias, cultas, inteligentes, valientes; hay personas que no tienen el hábito de la lectura, si no tuvieron la oportunidad de cultivarlo en la infancia, existe siempre la posibilidad de comenzar el encuentro con los textos, como dice "el lector convierte un texto en el sabio que lo direcciona", y por lo tanto no debemos desanimarnos porque la aventura de leer es continua.
La familia y sobre todo los padres tienen gran influencia en acercar a los menores a que tengan interés por la leer y encender toda una aventura viajar por muchos lugares conocer las culturas, costumbres; el lector tiene la posibilidad de emprender largos viajes y pone a prueba su imaginación, su concentración y sobre todo cada día llegará a descubrir grandes cosas.
La lectura va hacer siempre el único camino para el crecimiento intelectual de la persona.

Gaby Merino dijo...

Concuerdo con la lectura ya que el leer es una forma de darse a entender con la gente, además de eso el leer, es saber mejor nuestro comprensión lectora además de eso obtenemos un mejor vocabulario y muy abierto así para expresarnos muy bien; los padre deben incentivar a sus hijos a que exista una amplia formación lectora ya que muchos padres piensan que los escuelas, colegios y demás instituciones tienen que enseñarles; mi mensaje es para todos los jóvenes a que leamos por nuestra propia voluntad sin que nos obligue nadie ya que de alguna manera nos servirá para nuestro diario vivir.

Shirley Lozano dijo...

ME PARECE QUE EL LEER ES APRENDER MAS ALLÁ DE LAS COSAS YA QUE LA LECTURA NOS PERMITE CONOCER ACERCA DE LA VIDA DIARIA
LA LECTURA NOS ORIENTA POR UN APRENDIZAJE LLENO DE COSAS POSITIVAS EL CUAL NOS PERMITE RELACIONARNOS CON LOS DEMÁS POR MEDIO DE LA LECTURA PODEMOS TRIUNFAR COMO GRANDES LECTORES Y ASÍ MEJORAR NUESTRO MUNDO EN EL CUAL EL SER HUMANO PROGRESA AL APRENDER A LEER EL LEER NO SOLO ES APRENDER TAMBIÉN ES SABER ENTENDER HAY MOMENTOS EN LA VIDA EN QUE TODOS IMAGINAMOS SOÑAMOS Y ESPERAMOS PARA TRIUNFAR CON LA LECTURA .

Unknown dijo...

la lectura nos ayuda mucho a tener un mejor léxico y podernos expresar con cultura ante un grupo de personas... como usted mismo dice al leer uno deja correr la imaginación y con la lectura es la mejor manera de dejar los problemas a un lados el saber o creer que alguien mas vivió tu historia a te hace ser mas amante a la lectura y decir amo la lectura...la lectura nos ayuda a que nos nos quedemos con lo que vivimos sino con lo que pensamos... Florcita Cabrera